miércoles, 28 de octubre de 2009

Embazo adolescente

Los embarazos entre adolescentes que no superan los 16 años, e incluso su ocurrencia en preadolescentes, son temas que suelen abordar los medios de comunicación con frecuencia, sobre todo cuando son el resultado de violaciones. Pero, ¿qué ocurre cuando esto se produce en el anonimato, bajo la simple premisa de "estar mal o poco informado"?

Según los especialistas, los jóvenes aclaran sus dudas sobre sexualidad, básicamente, a través de los medios de comunicación. Sin embargo, el mayor problema radica en que, muchas veces, estos datos no son correctos. Por otra parte, los medios sólo permitirían la comunicación unidireccional, en la que no se puede comentar, repreguntar y debatir. Según la especialista, "no hay forma de saber, si no se trabaja con ellos, qué entendieron y cómo lo incorporaron, qué sentido le dan."

Ante esta falta, los adolescentes encuentran el diálogo en grupos de chicos de su misma edad, o charlan con adultos con los que tienen posibilidad de hablar del tema. Pero el problema está en que "entre pares, muchas veces, se transmiten errores e ignorancias, mientras que en los adultos puede haber mala intención o falta de capacidad para explicar", señaló Bianco.

Según un estudio del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (CELSAM) de 2005, 6 de cada 10 madres adolescentes argentinas no planificó tener un bebé.

Pero los rumores que van de boca en boca no son los únicos causantes de la preñez adolescente: también lo son la imposibilidad de acceder a la información necesaria y la psicología propia de la edad.En los casos en los que la educación sexual no se imparte desde la escuela, los chicos quedan librados a sus posibilidades de encontrar las respuestas que buscan. Y allí nivel socioeconómico y social de la familia comienza a actuar.

Según datos oficiales, los embarazos adolescentes en jóvenes de bajos recursos se dan en una proporción de 17 a 1 respecto a los de más altos ingresos.

El número de embarazos entre adolescentes se incrementó en los últimos 10 años, especialmente en menores de 15, mientras que la fecundidad en niñas de entre 10 y 14 años se duplicó desde 1990.